lunes, 7 de febrero de 2011

Ofiuco ¿nuevo signo zodiacal?






... cuando las Pléyades nazcan es tiempo de usar la hoz, pero el arado cuando se estén poniendo, cuarenta días permanecen alejadas del cielo; cuando Arturo surja del mar y, elevándose al anochecer, permanezca visible la noche entera, las uvas deberán ser podadas; pero cuando Orión y Sirio lleguen a la mitad del cielo y Aurora la de rosados dedos vea a Arturo, las uvas deberán ser recogidas; cuando las Pléyades, escapando de Orión, se sumerjan en el oscuro mar, pueden esperarse tormentas; cincuenta días después de que el sol da vuelta es el momento oportuno para que el hombre navegue; cuando Orión aparece, el regalo de Deméter debe ser traído al suelo liso y bien trillado.
Hesiodo, Trabajos y dias.

El revuelo mediático que las declaraciones del astrónomo Parke Kunkle de la Minnesota Planetarium Society realizo hace unas semanas, afirmando que la constelación de Ofiuco debía tenerse encuenta como nuevo signo zodiacal, no ha sorprendido a los astrólogos.


Es una vieja polémica debida a la ignorancia de los astrónomos en las bases y la historia ancestral de esta ciencia humanística con varios milenios de antigüedad, que por mucho que les moleste a estos, va íntimamente ligada a la evolución y al progreso científico de la humanidad.

Como podemos apreciar en el texto superior, extracto directo de Trabajos y días, la grandiosa épica de Hesido escrita alrededor del 700 A.c., el poeta aconseja los mejores momentos para la siembra y recolección de las cosechas, algo fundamental para los antiguos, para los que la observación del cielo era una cuestión de supervivencia.
El conocimiento de las estrellas permitía a los astrónomos que a su vez eran también astrólogos, la medición y el registro del tiempo, la confección de calendarios, así como la descripción del firmamento.
¿Es Ofiuco un nuevo signo zodiacal?, la respuesta es no.
Como podemos ver en el bello dibujo de las constelaciones realizado por el pintor Durero, dibujado en base a las instrucciones de astrólogos alemanes del siglo xv, ni Ofiuco ni Cetus pertenecen a la banda del cielo por donde aparentemente transitan el Sol y los planetas.

Los antiguos astrónomos que a su vez eran astrólogos, observaron que el transito del Sol por la bóveda celeste seguía repetitivamente ciertas regiones, cuyos limites nunca eran traspasados, y que los eclipses y los movimientos de los planetas seguían la misma pauta circular.

A esta banda imaginaria que define el plano orbital de la Tierra se la denominó eclíptica.
En el mapa de las constelaciones de Durero, Ofiuco se sitúa en el margen inferior izquierdo.
Como se puede observar muy claramente en el primer grabado, aunque la constación de Ofiuco se encuentra extremadamente cercana a la de Escorpio, es externa al recorrido del sol y de los planetas (circulo de color rojo).

Los astrónomos deberían admitir que la astrología es la prehistoria de su oficio, y que los astrólogos nos seguimos sirviendo de las mismas leyes establecidas desde hace más de dos mil quinientos años, es decir con el ritmo de las estaciones no de las constelaciones.
Se trata, pues de un zodiaco solar y no estelar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sublime.