lunes, 31 de enero de 2011

martes, 4 de enero de 2011

eclipse de sol y ley antitabaco.


El eclipse solar de este cuatro de enero ha caído a 12 grados de capricornio, en oposición a la luna del estado en la casa seis, la casa de la salud y de los hábitos. La nueva ley antitabaco ha sido acogida con muchas críticas, en parte lógicas en parte sorprendentes, pues no es más que una ley que pone al estado al nivel de cualquier país europeo o país civilizado, pero que por su caída en la casa doce, es una ley que "huele a chamusquina", permítanos la expresión, tiene algo que no es limpio, algo oculto que suena a conspiración y no precisamente para nuestro beneficio. La luna del estado, es una luna, ya lo hemos dicho otras veces, inmadura, una luna-niña que sólo vocifera ante lo inmediato, "que le quiten las chuches" (que no le dejen fumar o le frusten las vacaciones) , pero que no se inmuta ante hechos más graves como su propia salud, o la disminución de su capacidad adquisitiva, su derecho al trabajo y a la retribución justa de su trabajo, una luna que sorprendentemente pasiva y negligente (luna cuadratura jupiter en la dos) puede ser muy violenta en casos sentidos como extremos (luan cuadratura venus pluton en la ocho) (podía pedir que fusilaran a los controladores áereos o pegar a quien no le deje fumar) . Es una luna focal de una tensionada te cuadrada, con un evidente problema de adicción y de escapismo(por el quincuncio a neptuno) y de resistencia al cambio de hábitos(cuadratura a pluton en la ocho) , aunque estos cambios les beneficien en su salud (luna focal en la seis) . Puede sufrir etapas de grandes arrebatos en las que su inquietud se acelera mucho y su humor cambia con rapidez, produciendo altos y bajos emocionales.
La ley antitabaco, es una ley lógica pero hipócrita, puesto que el Estado saca pingües beneficios de la venta de esta sustancia (luna quincuncio neptuno cuadratura jupiter en la dos y venus plutón en la ocho), una ley de paripé en lo que lo único importante es seguir manteniendo los beneficios pero disminuir el coste de enfermos a la Seguridad Social, una nueva restricción popular y una nueva tensión injustificada para castigar y a la vez extorsionar a las capas populares. Al Estado no le importa la cantidad de sustancias no conocidas que se añaden al tabaco, no hay transparencia en la composición de las sustancias, muchas de ellas adictivas. A esto se le añade la medida, inmadura y de corte autoritario que es el fomento "del chivateo", algo que sólo puede calificarse de tan "asqueroso" como el propio humo.
Al Estado no le importa la contaminación que absorben nuestros pulmones, fomentan la venta de coches, incluso ayudan a su compra, aunque los nubarrones negros que sobrevuelan nuestras ciudades no son del humo del tabaco sino del humo de los tubos de escape, y de los vertidos ilegales. No les importan destrozar nuestros montes, ni contaminar nuestras aguas, pero parecen muy preocupados por los malos humos que exhalan de nuestras bocas, bocas frustradas y anuladas que están intentado anestesiar el dolor de un espiritu abotargado por la falta de ilusión, cansado de trabajar y al que se le trata como una niña atontada y sin capacidad de educación que chupa de un biberón de nicotina y sustancias cancerígenas.